viernes, 27 de febrero de 2009

PARA ANUNCIAR LA CUARESMA

Éste es un tiempo para convertidos.
Tiempo de entrenamiento, ejercicio y lucha;
de mochila ligera y paso rápido.
Tiempo de camino y discernimiento,
de conversión y compromiso,
de prueba y encuentro en el desierto, en la estepa, en el silencio.

Es tiempo de los proyectos de vida,
de las decisiones y desmarques;
a veces, de las transfiguraciones.
Tiempo de humanidad rota y divida
que anhela el paraíso o la tierra prometida.
Tiempo de tentaciones, tabores y conversiones,
traspiés, heridas y cegueras,
perdones, restauraciones y agua viva.
¡Todo en sólo cuarenta días!

Éste es el tiempo de las personas nuevas,
de las que han soltado el lastre
de ídolos secretos y falsas vanidades
y ya sólo anhelan misericordia
y abrazos del Padre.
Amén. (F.Ulibarri)

1 comentario:

  1. Ser concientes que somos pecadores... Ser concientes que ofendemos a Dios, pese al inmenso amor que El tiene hacia nosotros y a la misericordia infinita.
    Tiempo de arrepentimiento absoluto y preparación con todo nuestro corazón para el encuentro con el dolor de Cristo en la Cruz.
    Vivamos pues esta etapa con real recogimiento y empecemos concientes de que somos pecadores, pero con la certeza que Dios misericordioso nos ama con amor infinito. Propongámonos además regalarle nuestros sacrificios y sufrimientos de cada día.
    Cuaresma, arrepentimiento y conciencia que somos pecadores.

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